domingo, 21 de mayo de 2017

El adiós más difícil

Ya tiene exactamente un mes de que te fuiste y no deja de dolerme tu ausencia, es increíble para mi entender que ya no estarás, que no conocerás a mi hij@, que se acabaron tus consejos, tus abrazos y tus historias.
Me haces falta, por que no tengo idea de mil cosas, por que tenía tanto que aprender aun de ti y te adelantaste.
Quizá soy egoísta, pero así me siento, cada quien vive tu duelo a su manera, unos organizando y mandando a todo el que le pase enfrente, otros cocinando, unos más rezando por ti y unos más dramáticos y sentimentales como yo, que te lloramos.
Fuiste una excelente madre para mi y siempre me va a hacer falta tu cariño de abuelita, tu consejo y hasta tus regaños.
Gracias por todo abuelita, te extraño y te extrañare siempre.

El poder absurdo de los sueños

Muchas veces, los sueños de princesas rescatadas por príncipes encantados resultan maravillosos y deseamos con todo nuestro ser que se hagan realidad.
Sin embargo esta la otra parte de estos que también son sueños y que hábilmente llamamos pesadillas, siendo estas, aquellas que nos aterran y que deseamos con el alma "ojalá nunca se cumplan".
Se supone que como lo dice Calderón de la Barca " Los sueños, sueños son..." es decir que no debieran de atormentarnos, pero somos humanos y aunque tenemos el tan espléndido don de la razón, en ocasiones se nos olvida usarlo; y ahí me tienes, haciendo historias en mi cabeza donde esa pesadilla se vuelve realidad...

miércoles, 25 de enero de 2017

Nueve semanas y contando

Llevo nueve semanas de embarazo y aunque la intención era relatar cómo me sentía semana a semana, la verdad es que me fue imposible, mi salud no estuvo del todo bien, incluso me tuvieron que poner suero porque durante una semana aproximadamente no pude retener alimento alguno, eso y que antes de estar embarazada sufría de gastritis, por eso mis molestias fueron en aumento haciendo que me sintiera muy débil.
Hoy me encuentro mejor porque ya puedo consumir al menos un par de comidas al día y mantenerlas para que mi bebe se pueda alimentar, me preocupaba continuar como adolescente bulímica todo el rato, y de corazón deseo que estos ascos matutinos terminen porque es algo en verdad desgastante.

Además lo único que había tolerado en semanas anteriores fue la pizza, cosa que no me incomoda pero ya quería probar nuevos sabores y no solo tener jitomate y harinas en mi interior, gracias a ese gusto que según yo tiene mi bebe por la pizza se ha ganado el apodo de “pitzo” ya después lo cambiare por algo más tierno, pero por el momento es mi pequeño pitzo; y aprovechando que aparentemente es lo que adora, platique con él en días pasados y  prometí que si me dejaba comer aunque sea un poquito el fin de semana le compraría una rebanada de pizza, parece que este tipo de negociación funciono pues a partir de ahí los alimentos que entran se quedan.