Desperté una hora antes de lo planeado, traté de apresurarme para llegar a tiempo, y finalmente funciono, estaba nerviosa por el primer día de clases, para ser sinceros esperaba un mensaje o una llamada, pero nada, aunque supongo que los nervios eran suficientes para no sentir nostalgia, creo que ya me voy acostumbrando.
Hacía mucho frió como para ponerme a brincar y bailar de alegría, me congele las primeras horas, después del receso me tocaba mi clase y estaba decidida y erróneamente segura que la había preparado de la mejor manera, pero no fue así, porque había quienes no ponían atención, no querían trabajar o incluso se ponían a platicar, se que esto me debería de importar, pero estaba en una extraña fase de valemadrismo que no me importo lo que hicieran.
De ahí hubo cambio de clase y pensé que cambiarían de actitud por que ya no estarían trabajando conmigo, ahora estaban con la docente titular, pero oh! sorpresa. siguieron igual e incluso peor, hoy no fue mi día, y si eso es cuando vas con la mejor actitud y ganas de que tus alumnos aprendan creo que me tendré que volver la mala del cuento y aplicar tolerancia cero con esos alumnos,
No me interesa que no sea pedagógico, me interesa que aprendan, y quizá tenga que ser a la mala.
Por otro lado supongo que ALGUNAS personas tienen días demasiado ocupados e interesantes como para andarse acordando de los demás, pero esta bien.
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